Hoy toca hablar de las tintas planas. En ocasiones tenemos que trabajar en Photoshop con imágenes y logotipos compuestos por CMYK y tintas directas y nos encontramos con que, una vez acabada de trabajar la imagen, no sabemos cómo guardarla para que conserve las tintas fielmente.
Esto sucede sobretodo cuando hay que aplicarlas después en un programa de maquetación como InDesign.
En este post explicaremos brevemente cual sería una de las maneras de guardar imágenes con tintas planas de forma sencilla e indicaremos los diferentes puntos a tener en cuenta.
Qué son las tintas planas
Las tintas planas, también conocidas como tintas de color sólido, son tintas de impresión utilizadas en la impresión offset, serigrafía y flexografía para producir áreas de color uniforme y sólido.
A diferencia de la impresión en cuatricromía, que utiliza cuatro tintas (cian, magenta, amarillo y negro) para reproducir una amplia gama de colores, la impresión con tintas planas utiliza tintas premezcladas y específicas para cada color.
Las tintas planas se utilizan comúnmente en la impresión de logotipos, diseños gráficos y texto que requieren colores precisos y consistentes.
Debido a que las tintas planas son más densas y opacas que las tintas de proceso, producen un color más vibrante y saturado en la impresión final.
DCS para guardar documentos con tintas planas
Para empezar, cuando quieres guardar un documento que incluye tintas planas, no tienes muchos formatos donde escoger. En el caso que nos ocupa, escogeremos la extensión DCS 2.0 y el resultado final será un EPS compuesto.
Hay que decir que la extensión DCS solo existe a partir de las versiones CS de Adobe, en versiones anteriores no la encontrarás.
Una vez dicho al programa que la imagen la quieres guardar en extensión DCS y activar la pestaña “Tintas planas”, surgen dudas respecto a las diversas opciones a elegir del cuadro de diálogo.
Entre las opciones hay que saber escoger la que se ajusta mejor a tu documento, aunque por norma general se usan siempre las mismas.
El primer desplegable es la opción “Previsualizar”. Desde aquí debes indicar la calidad que quieres que tenga el archivo cuando se vea en el programa de destino.
Generalmente se hace una previsualización en baja ya que no es imprescindible un resolución alta. Lo que importa es que una vez hecho el PDF final para impresión la imagen se vea en alta. Si trabajas en MAC la opción a escoger es la “MACINTOSH (8 BITS/PIXEL) y si lo haces con PC escoger la opción “TIF (8 BITS/PIXEL). Hasta aquí fácil.
El siguiente desplegable es “DCS”. Aquí tienes varias opciones a escoger dependiendo de las características de tu documento.
En el caso que nos ocupa, es recomendable elegir la opción de Archivo múltiple con compuesto de color , ya que con esto te aseguras de que todas las tintas aparecen correctamente en el archivo final.
En “CODIFICACIÓN” es donde se determina la manera en que los datos se traspasan a un dispositivo PostScript. Es decir, el lenguaje que quieres que tenga el documento final. Dependiendo del entorno en que trabajes podrás usar el ASCII o Binario.
El más utilizado es el formato ASCII ya que es el más universal y el que da menos problemas de lectura, aunque generará un documento de mayor tamaño que en el formato Binario.
Después queda activar las pestañas Incluir la trama de semitono e Incluir función transparencia para que conserve las características a nivel de lineaturas y transparencias del documento original y no tener sorpresas desagradables.
Y por último está la opción Interpolación de imagen que se activaría para suavizar la imagen, en casos en que se sabe a ciencia cierta que ésta no tiene calidad suficiente. Por norma general no se suele usar pero siempre está bien tener esa opción.
Una vez guardado se obtiene un archivo independiente de cada separación y uno en formato EPS con todas las separaciones acopladas, que contiene toda la información necesaria para reproducir tu imagen fielmente en cualquier programa de maquetación.
Convertir imagen a tinta plana
Convertir una imagen a tintas planas implica separar los colores en la imagen original en tintas individuales de color sólido para la impresión. Este proceso se realiza típicamente utilizando un software de edición de imágenes como Adobe Photoshop o Illustrator. A continuación se describen los pasos generales para convertir una imagen a tintas planas en Photoshop:
- Abre la imagen en Photoshop y conviértela en un modo de color adecuado para la impresión en tintas planas, como el modo de color CMYK.
- Crea una capa de ajuste «Separación de canales» en la que puedas separar los colores.
- Haz clic en el icono «Separación de canales» y selecciona «Tintas planas» para crear canales individuales para cada tinta plana.
- En el cuadro de diálogo «Tintas planas», selecciona los colores de tinta plana que deseas usar y establece la opacidad y la densidad de cada color.
- Photoshop separará automáticamente la imagen en canales de tinta plana según los colores seleccionados. Puedes ajustar la opacidad y la densidad de cada canal para obtener el resultado deseado.
- Exporta cada canal de tinta plana como un archivo separado para su uso en la impresión.
Has de tener en cuenta que la conversión a tintas planas no siempre es necesaria o recomendada para todas las imágenes.
En algunos casos, puede ser más efectivo utilizar la impresión en cuatricromía para lograr una gama de colores más amplia y una mayor precisión en la reproducción de detalles.