Llamamos pruebas de color o prueba de imprenta a cualquier documento, físico o virtual, que tenga como finalidad la comprobación de algún aspecto de un trabajo impreso, antes de la impresión efectiva del trabajo.

Aunque también es posible obtener pruebas de color sin soporte físico, es decir, en pantalla (soft proofs) en este post nos centraremos en las pruebas impresas (hard proofs).

¿Todas las pruebas de impresión son pruebas de color?

Dependiendo de su propósito, distinguimos dos grandes tipos de pruebas de impresión:

  • Pruebas de Maquetación: Su finalidad es comprobar que la maquetación sea correcta, es decir, “que todo esté donde tiene que estar y como tiene que estar”: colocación de textos e imágenes, que se muestren las tipografías adecuadas y con las características deseadas (tamaños, interlineados, etc).
  • Pruebas de Color: Se hacen para conseguir una aproximación fiel de los colores que se obtendrán al imprimir el trabajo.

prueba de color

¿A partir de qué se obtiene la prueba de color?

La prueba de color, también conocida como prueba de impresión a color, se obtiene mediante un proceso que involucra la creación de una versión impresa de una imagen o diseño utilizando tintas de colores específicas.

Esta prueba se utiliza para evaluar y verificar la precisión del color antes de imprimir una gran cantidad de copias.

En general, el proceso de obtención de una prueba de color implica los siguientes pasos:

  1. Preparación del archivo: El archivo digital que contiene la imagen o el diseño se prepara en un formato adecuado para la impresión, como CMYK (cian, magenta, amarillo y negro). También se pueden utilizar perfiles de color específicos para garantizar una reproducción precisa del color.
  2. Impresión de la prueba: El archivo preparado se envía a un dispositivo de impresión especializado que puede reproducir una amplia gama de colores. Este dispositivo utiliza tintas de color y puede aplicar diferentes combinaciones de tintas para crear los tonos deseados.
  3. Evaluación del color: Una vez impresa la prueba de color, se examina cuidadosamente para compararla con el diseño original y verificar si los colores se reproducen correctamente. Se pueden utilizar herramientas de medición del color, como espectrofotómetros, para evaluar la precisión de los colores impresos.
  4. Ajustes y correcciones: Si se detectan desviaciones o inconsistencias en los colores, se pueden realizar ajustes en el archivo original, como modificar los valores de color o corregir perfiles de color. Luego, se repite el proceso de impresión de la prueba de color para verificar si las modificaciones han mejorado la reproducción del color.

Este proceso se puede repetir varias veces hasta lograr una coincidencia satisfactoria entre los colores impresos y el diseño original.

Una vez que se obtiene una prueba de color aceptable, se utiliza como referencia para guiar la impresión en masa, asegurando una reproducción fiel del color en las copias finales.

¿Por qué son necesarias las pruebas de color?

La fidelidad en la reproducción del color es fundamental en cualquier trabajo de impresión comercial profesional.

Dado que es un “detalle” que puede influir en las ventas del producto que se está promocionando, o que puede repercutir en el reconocimiento de una marca (de ahí los colores corporativos), la gestión del color es un aspecto crítico que todo diseñador que trabaje con imprentas debe saber gestionar. Y las pruebas de color son uno más de los aspectos de la gestión del color.

En un mundo ideal, los colores que vemos en nuestros monitores se corresponderían con los que se plasman sobre el papel, pero no… no estamos en ese mundo… son muchos los factores que hacen que los colores que vemos en la pantalla no coincidan con el resultado impreso, siendo el principal el hecho de que los monitores utilizan colores aditivos (el espacio de color RGB) para dotar de color a los píxels que forman la pantalla, mientras que el resultado impreso se consigue mediante colores sustractivos (espacio de color CMYK).

Tipos de pruebas de color

Pruebas de prensa

En el campo de la impresión offset, las pruebas de prensa son aquellas que se realizan con una máquina de imprimir (idealmente la misma que posteriormente realizará la impresión de todo el tiraje), la fiabilidad es por tanto muy grande ya que las condiciones de la prueba son las mismas o muy similares a las del tiraje (procedimiento de impresión, papel, etc).

El inconveniente principal es que su coste es muy elevado, puesto que hay que hacer las planchas y preparar la máquina offset como si se tratara de un tiraje real.

Pruebas de color analógicas

Históricamente, las pruebas analógicas fueron las primeras en hacerse sin las máquinas de imprimir y se producían a partir de las separaciones (fotolitos). Podían realizarse sobre papeles estándar o bien sobre el papel real del pedido a imprimir.

Hablamos en pasado porque aunque eran bastante fiables, con la extensión de la tecnología Computer-to-Plate (CtP) y por tanto al desaparecer la necesidad de obtener fotolitos, este tipo de prueba cayó en desuso.

Los sistemas de pruebas más conocidos en nuestro país fueron las pruebas de color MatchPrint y Cromalin.

Pruebas de color digitales

La tecnología CtP, junto con la generalización de los sistemas de impresión digital, han extendido el uso de las pruebas de color digitales. Una prueba de color digital no es más que una impresión, a partir de un archivo informático, realizada mediante una impresora digital dedicada al efecto (aunque nada impide imprimir una prueba con la misma imprenta digital que realizará más tarde el tiraje completo).

Al igual que en el caso de las pruebas analógicas, pueden efectuarse sobre papeles especiales estandarizados, o bien sobre el papel real del tiraje. Hoy en día la obtención de pruebas de color digitales puede realizarse mediante diversas tecnologías, siendo las más importantes la tecnología laser, la de inyección de tinta y la de sublimación.

Cómo gestionamos las pruebas de color y de maquetación en Cevagraf

En Cevagraf ofrecemos los dos tipos de pruebas comentados al inicio del artículo: pruebas de maquetación y pruebas de color.

Para la aprobación de los trabajos requerimos la revisión y aprobación por parte del cliente de un archivo PDF ubicado en nuestro sistema de gestión de pruebas Insite Prepress. Sin embargo, en caso de que el cliente necesite ver una prueba impresa, solemos imprimir una prueba de maquetación (“plotter”) sin coste adicional.

En el caso del plotter el papel y la tinta no son los reales y se entrega sin encuadernar. El plotter se imprime en muy alta calidad y su finalidad es que el cliente vea a rasgos generales  cómo va a quedar el documento, para que lo revise y compruebe si hay que hacer más cambios. Para solicitarlo primero hay que hacer el pedido en firme y en él solicitar el plotter.

Como pruebas de color, ofrecemos pruebas digitales contractuales Cromalin. En caso de que el cliente desee una prueba de color, también debe realizarse el pedido, y en él solicitar una (o más) pruebas de color.

Las pruebas de color se realizan sobre un papel especial para pruebas, no en el papel real, y tienen un coste de 10 €/página (A4) o 12 €/página (A3). Si el cliente desea las pruebas de color en papel real, existe un coste extra adicional que suele ser de alrededor de unos 35 € para una página A4. (En todos los casos hay que incluir el IVA).

¡Esperamos haber aclarado un poco el tema de las pruebas de color!

Y si sientes más curiosidad, este artículo sobre la prueba de impresión.

🇬🇧 Now in english: https://www.cevagraf.coop/printing/what-is-a-colour-proof/

Publicaciones Similares