Todos los papeles son únicos y tienen diferentes propiedades que son esenciales para el resultado final del material impreso, como se percibe y la sensación que transmite.
Por ello, la elección del papel correcto es muy importante y requiere ciertos conocimientos. Hay que entender las condiciones previas y las propiedades del papel para que la elección sea la correcta.
Las propiedades del papel
El papel es un material flexible y delgado, generalmente hecho de pulpa de madera, utilizado principalmente para escribir, imprimir y realizar diversas formas de comunicación escrita. Conozcamos las propiedades del papel.
Papel pasta química y papel pasta mecánica
Ya hemos explicado las dos formas principales de fabricar pasta: el método químico y el método mecánico. El método químico elimina prácticamente todas las sustancias que contienen madera, excepto la celulosa.
Por eso el papel que contiene pasta sin fibras de madera, se denomina pasta química. Las propiedades del papel de pasta son una alta resistencia y un buen rendimiento.
Un papel de pasta química puede cumplir con los requisitos de un papel permanente, norma ISO 9706, si se cumplen ciertos parámetros. Los parámetros son el contenido máximo permitido de lignina, una solución alcalina de carbonato clásico y una resistencia lo suficientemente alta.
La producción de pasta mecánica explota la mayor parte del volumen del árbol, lo que significa que a la mezcla de la pasta se añaden otros componentes además de la celulosa pura.
Por tanto, papel con fibras de madera se denomina papel pasta mecánica. Entre sus propiedades se incluyen una buena resistencia, gran opacidad y un tacto natural.
La calidad de los papeles que contienen principalmente pasta semi-química (CTMP) cambian la distribución tradicional de la pasta química y de la pasta mecánica porque aprovechan las ventajas de ambos tipos de pasta. Por definición, se suelen denominar papeles de pasta mecánica, aunque son más similares a las calidades de pasta química dependiendo de la función deseada.
La calidad de los papeles que contienen principalmente pasta semi-química (CTMP) cambian la distribución tradicional de la pasta química y de la pasta mecánica porque aprovechan las ventajas de ambos tipos de pasta. Por definición, se suelen denominar papeles de pasta mecánica, aunque son más similares a las calidades de pasta química dependiendo de la función deseada.
Las definiciones del papel de pasta química y pasta mecánica difieren entre unas normativas y otras, pero las mas comunes establecen que el papel de pasta química consta de hasta un máximo de un 10% de fibras mecánicas. El papel fabricado para satisfacer los requisitos de las diferentes normativas para un papel resistente al paso del tiempo (como la ISO 9706) puede, en principio, no contener fibras mecánicas en absoluto.
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Gramaje, espesor y volumen
El gramaje, espesor y volumen son tres comunes e importantes propiedades del papel. Las tres suelen mencionarse a la vez por la sencilla razón de que están unidas matemáticamente. El espesor y el gramaje se definen independientemente uno del otro. En esta sección se define detalladamente cada término.
Gramaje = espesor / volumen
El gramaje es la medida más común del peso de un papel y se indica como el peso por metro cuadrado, por ejemplo 130 g/m2. El concepto es fundamental a la hora de elegir un papel, aunque suele usarse de forma incorrecta para referirse al espesor de un papel, lo que conduce a errores porque el espesor depende en realidad del volumen del papel.
Espesor = gramaje x volumen
El espesor del papel se mide en micras -milésimas de un milímetro- y es la distancia entre las dos superficies del papel. El espesor es, en muchos sentidos, un factor importante a tener en cuenta al elegir el papel, ya que afecta a la rigidez, la estabilidad, el tacto y, por supuesto, el espesor del producto impreso final. Esto es particularmente cierto en los libros, que pueden contener centenares de páginas.
Volumen = espesor / gramaje
Como indica la fórmula, el volumen define la relación entre el espesor del papel y su gramaje. La dimensión hace referencia al volumen o compactibilidad de un papel, que se mide en cm3/g. La definición correcta del volumen es, de hecho, «el valor recíproco de la densidad», (g/cm3). Estas fórmulas muestran que el volumen es en realidad el espesor dividido por el peso. Sin embargo, cuando el peso y el espesor del papel son ambos por m2, el cálculo dará el mismo resultado.
Un papel con poco volumen es más compacto que el que tiene mayor volumen y contiene menos aire. Un papel de bajo volumen es mas fino y pesado. Mientras que el papel de alto volumen es ligero, tiene más aire y es más grueso.
El volumen es un factor muy importante a la hora de producir libros e influye enormemente en la percepción del resultado final. Si el objetivo es dar la impresión de un libro grueso rico en contenido, deberá utilizarse un papel de alto volumen. Si la idea es que haya mucho texto pero seguir manteniendo el libro fino, un papel de bajo volumen será más apropiado.
El volumen es un factor muy importante a la hora de producir libros e influye enormemente en la percepción del resultado final.
El volumen también puede ser, en muchos casos, una cuestión de ahorro de costes. Por ejemplo, al preparar una campaña por correo y usar un papel con un volumen algo mayor, puede utilizarse un gramaje inferior sin prejuicio del tacto. Esto puede ahorrar mucho dinero en gastos de distribución.
Hablamos a menudo del rendimiento por m2 y el resultado es que se obtiene un mayor numero de libros impresos, folletos, material publicitario, etc. con el mismo peso del papel, un mejor rendimiento del papel y por tanto de dinero.
[info]Le recomendamos que compare diferentes papeles en función de la imagen y que vea por si mismo que un papel mas voluminoso aumenta considerablemente rigidez. Al comparar un papel no estucado con uno estucado, el estucado es, en general, mas flexible que su equivalente en no estucado y en el mismo gramaje.[/info]
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Rugosidad
De algún modo, la superficie de una hoja de papel es como la topografía de un paisaje, con picos, depresiones y otras protuberancias menores, otra de las propiedades del papel. La rugosidad es el termino usado para definir la desviación de un papel de una superficie absolutamente lisa.
La rugosidad se expresa en ml/min, refiriéndose al volumen de aire que pasa entre el papel y la superficie plana de un dispositivo de medición en el transcurso de un minuto. Esta medida se llama valor Bendtsen.
En general, el papel no estucado tiene mayor rugosidad -mas picos y depresiones en la superficie- que el papel estucado. Con el fin de reducir la rugosidad, el papel se comprime y se alisa en una calandra. Esto contribuye a que exista una cierta relación entre el volumen y la rugosidad, ya que un papel liso, comprimido tendrá un menor volumen.
Para conseguir un volumen mayor, la uniformidad de la superficie del papel debe comprometerse hasta cierto punto y hacer que el papel sea más rugoso. Por supuesto esto es importante para el resultado final. En algunos casos, el objetivo es una superficie uniforme y agradable; en otros, el material impreso debe llevar una impresión mas gruesa, mas robusta.
La rugosidad de la superficie también afecta al proceso de impresión, especialmente en papel muy rugoso en el que las irregularidades pueden afectar a los gráficos.
Existen además otras normas con métodos similares para medir la rugosidad de la superficie del papel como Bekk, Sheffield y Parker Print, etc., y al medir el papel estucado, la «suavidad» se define según el valor PPS (Parker Print Smoothness).
Brillo y tonalidad
Al igual que los esquimales tienen palabras muy distintas para el color y consistencia de la nieve, el papel tiene un amplio espectro de brillos y tonalidades. Pero todos ellos tienen una cosa en común: mejoran la impresión de un producto impreso acabado. Como ya sabemos, hay una gran diferencia entre el papel blanco, el natural y uno coloreado.
Sin Embargo, todas las pastas del mismo tipo tienen básicamente un brillo y una tonalidad similares. Por ello se añaden distintos productos químicos para distinguir el brillo y la tonalidad de los papeles acabados.
La adición de un OBA (producto de blanqueo óptico) a la mezcla también aumenta el brillo final del papel. OBA funciona convirtiendo una luz UV invisible reflejada en una luz azul blanquecina visible, lo que hace que el papel parezca más brillante de lo que realmente es. Este efecto se puede verificar fácilmente mediante el uso de una lámpara UV.
La manera más común para describir los parámetros ópticos de un papel es la blancura CIE, el brillo y la tonalidad ISO. Aunque la blancura, el brillo y la tonalidad son propiedades del papel visuales difíciles de distinguir a primera vista, describen de hecho propiedades diferentes.
Una superficie tiene brillo cuando al incidir sobre ella un haz de rayos paralelos de una fuente de iluminación, emergen paralelos formando un ángulo de reflexión igual al ángulo incidente. La blancura es un parámetro relacionado, aunque se mide sobre varias longitudes de onda dando un resultado cercano a lo que el ojo percibe realmente.
El hecho de que estos dos parámetros mas comunes brillo y blancura se expresen, más o menos en los diferentes niveles de azul del papel, hace que a menudo necesitemos algo de información cuando los dos papeles se diferencian en otros colores. De hecho, dos papeles con la misma blancura o brillo pueden tener diferencias en el color amarillo rojo o verde.
A la mayoría de los papeles se les añaden colorantes. Por ejemplo, suele añadirse un tono azul para conseguir una impresión más blanca, mientras que se añade un toquete de amarillo para que el papel parezca mas natural.
A la mayoría de los papeles se les añaden colorantes.
Por lo tanto, es habitual describir los tonos del papel en términos como blanco, blanco natural, blanco azulado o crema. La tonalidad de un papel se puede describir, en realidad, como un modelo de color llamado CIE Lab común que refleja el nivel de tonos azules, amarillos, rojos y verdes y también la luminosidad. A menudo se utiliza para controlar la calidad durante la producción, pero no es tan habitual para explicar los parámetros del papel.
Como ya habrá podido comprender, el color del papel es una ciencia en si misma. Sin embargo, la información proporcionada en las especificaciones técnicas es muy útil. Pero hay dos cosas fundamentales que se necesitan para hacer una buena comparación visual entre tonalidades de papel: muestras y las correctas condiciones de iluminación.
Se suelen necesitar muestras con diferentes niveles de tonos y referencias para determinar visualmente los parámetros ópticos del papel. Sin comparar las referencias, es muy difícil hacer una evaluación adecuada.
Al evaluar las tonalidades, también debe disponer de las condiciones de iluminación adecuadas. En la industria del papel, se utiliza D65 como un iluminan, mientras que en la evaluación de los colores impresos, se usa D50. En la mayoría de los casos, estas luces especificas no están disponibles de inmediato, y entonces la mejor practica seria la de utilizar y comparar las muestras con varias fuentes de luz diferentes.
Opacidad
El antónimo de opaco es translucido. Por ello, cuanto mayor es la opacidad de un papel, menos translucido es.
Un papel con un 100% de opacidad no es, por lo tanto, transparente en absoluto, mientras que uno con una opacidad baja, como el papel de calco, permita pasar una proporción mucho mayor de la luz.
La opacidad depende de lo bien que la superficie del papel pueda dispersar y absorber la luz. La opacidad percibida se altera durante la impresión, después de lo cual nos referimos a la opacidad de impresión final.
Este es un factor importante a considerar, ya que la tinta de impresión penetra el papel y reduce su opacidad, lo que podría producir que la impresión sea visible a través de la hoja. Esto es especialmente importante en la impresión a doble cara, sobre todo en papeles de bajo gramaje, en que las imágenes o el texto de una de las caras podrían transparentarse. Por ello, es preciso pensar muy bien el lugar de la pagina en el que deben ir el texto y los gráficos.
Porosidad y absorción
La porosidad y la absorción son dos importantes propiedades del papel en las que los papeles estucados y no estucados difieren. Estos dos parámetros tienen una gran influencia en la forma en el que el papel absorbe la tinta de impresión y, por lo tanto, le recomendamos que dedique cierto tiempo a reflexionar sobre ellos.
La porosidad y la absorción no se suelen tener en cuenta cuando se elige un papel fino y, por lo tanto, estos parámetros rara vez se encuentra en las especificaciones técnicas. Están más relacionados con la forma en la que se absorbe la tinta y en cómo quedaran las imágenes en el papel.
No es fácil imaginar que un papel, cuya base es la fibra celulosa, sea un material poroso del del cual el 70% del volumen puede ser aire. Como hemos explicado anteriormente, las fibras de celulosa forman una red con huecos y poros en el medio. Incluso si los huecos se rellenan con los componentes de la masa, el papel seguirá siendo un material poroso, por el que el aire puede pasar y que es capaz de absorber los líquidos. El modo en que el papel absorbe los líquidos depende de la porosidad, pero también del modo en que se estuca el papel y del tratamiento de superficie.
En el papel no estucado, las propias fibras también absorben los líquidos. Es algo que conocemos como microporosidad, que afecta al modo en que los líquidos son absorbidos por el papel.
La absorción total en el papel no estucado se produce tanto en el papel como en la superficie, creando un efecto de sangrado en todas las direcciones.
En el papel estucado, el revestimiento superficial hará que la absorción se produzca de un modo totalmente distinto. La capa de estucado se compone de minerales puros como el carbonato de calcio y/o la arcilla china con una cierta cantidad de aglutinantes.
Esta capa es mucho más compacta que la red de fibras, pero es también altamente porosa a un nivel de microporosidad fina. Esta porosidad se crea gracias a los huecos entre las partículas minerales, que son muy pequeñas.
La capa de estucado se ha diseñado para interactuar con las tintas de impresión offset. Se producirá una especie de efecto de filtrado que mantiene el pigmento de color, junto con cierta cantidad de aglutinantes de tinta, en la parte superior de la superficie.
Pero la parte principal del disolvente y los líquidos serán absorbidos por la capa de revestimiento. Las partículas de pigmento de color deben ser más grandes que los espacios microporosos para mantenerse en la superficie. La absorción de líquidos es muy rápida, siendo la parte principal absorbida por la superficie con un efecto de sangrado mínimo.
Para resumir la absorción de la tinta, en un papel no estucado, tanto los disolventes como los pigmentos serán absorbidos por la superficie del papel. Esto también hará que los puntos de tinta crezcan y que el papel absorba más pigmentos de color, lo que genera una tinta menos brillante.
El papel estucado, en cambio, absorberá muy rápidamente la tinta directamente en la capa de revestimiento, manteniendo el pigmento más o menos en la parte superior de la superficie, proporcionando una tinta muy brillante.
Fuente del artículo Propiedades del papel: Volumen Art Workshop – Guía Munken de papel no estucado, de Munken – ©Artic Paper
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